Obvio, sopló un huevo y yo soy un dálmata. Mis moretones son incontables al punto que hoy tuve que mostrar mis piernas ante la atenta mirada de la depiladora que me dijo "ay mamita que te pasó? te están golpeando?" Y yo por adentro pensaba "por dios que no crea que soy mujer golpeada y que me cuenta alguna experiencia traumática de su vida". Le aclaro a los hombres que desconocen el fenómeno que por algún motivo incomprensible la depiladora cree tener la autoridad para entrar en confianza con su depilada, ya que una se encuentra completamente vulnerable frente a ella y consecuentemente no puede hacerse la desentendida porque corre el riesgo de ser quemada con la cera hirviendo o pasar por un lentísimo proceso de extracción que genera un dolor para ustedes desconocido e insoportable.
Dicho esto paso a relatar alguno de los hechos del sábado. Comenzamos el día debatiéndonos frente a la rampa, totalmente cambiadas y el barco 100% listo, si debíamos enfrentar el cruel destino que nos tenia deparado el día o si nos íbamos al Dot a ver Alicia en el País de las Maravillas en 3D. Todas las señales (a saber un 420 con medio palo, Ivan con la caja de orza prolongada un par de cms post varada, Fran y Tute insistiendo que ellos "no tenían ningún problema en salir si nosotras no queríamos") apuntaban a que la ultima opción era la más viable, pero no por nada somos niñas testarudas (en verdad nos vimos un poco intimidadas por la decisión de Luz y Jose de salir, nos pusieron un poco de presión) decidimos enfrentar el destino.
Pusimos el spi e hicimos un reach exageradamente derivado para mantenernos en el canal y evitar dos cosas que sabíamos fatales: trabuchar o vararnos. La primer prueba la pasamos con creces, cuando salimos invictas de la primer trabuchada, pero el destino nos alcanzó cuando confiadas y pensando "this is a potato loco, mira lo que te trabucho yo" nos pusimos el barco de moño. No obstante, frescas como una lechuga criolla adrizamos y seguimos rumbo a la cancha de regatas. Varias tumbadas despues y algunas vueltitas cagonas, llegamos a la cancha de regatas.
"Pongamosle pilas cachorra a ver si largamos la segunda" me dijo alegremente Mer mientras al grito de "1, 2, 3 derivo, huevo huevo huevo!" tratábamos de apuntar a la largada. Lo que desconocíamos era que el bendito Oficial de Día todavía no había alcanzado a dar comienzo a ninguna prueba.
Para ese entonces el viento había aumentado y cualquier maniobra era para nosotras de riesgo, incluso tomar el top. Afortunadamente llegamos a largar, no bien, pero largar era todo un paso para nosotras. "Ehhhhhhhh madre vos dale derechito nomas, un solo borde que nose si estamos para tirar muchas viradas" comenté. Así fue que en el mismísimo corner de la cancha, allí donde pivotea el recorrido, hicimos nuestra primer virada. Desafortunadamente no salimos de ella apuntando como deberíamos y no lo digo por el ángulo, sino por el hecho de que el palo se encontraba recostado en el agua y nosotras en la orza. Nos recuperamos y logramos aproximarnos hasta el barlovento cuando una ola, o mas bien un tsunami con espuma blanca me barrió por completo. No fue eso lo que nos tumbó, sino la maniobra para pasar de "posición banda de J24 a posición tripulante de 29er". Lo que sobrevino fue la debacle. Tumbamos para acá, tumbamos para allá, para acá, para allá. Pasamos larguisimos minuto coleccionando moretones mientras en vano intentábamos mantener el palo fuera del agua por un lapso superior a cinco segundos.
Cuando finalmente lo logramos ya teníamos un repertorio de hematomas con más colores que el catalogo de una pinturera, de formas y tamaños tan variados que podrían inspirar hasta al mismísimo Picasso. Fue cuando, avizorando la larguisima vuelta al Club en ceñida furiosa (que nos recordó a los hermosos momentos compartidos en Canarias), decidimos darnos por vencidas.
En el camino fuimos encontrando más cadáveres, tal es el caso de Billy y el Tero, quienes pretendían llegar al CVB sin mayor. No se si alguien sabe de su paradero, pero estimo que siguen tirando bordes frente al YCO. Grande fue nuestra sorpresa al llegar al Club y encontrar varias tripulaciones fatigadas que habían emprendido la vuelta con antelación.
La colección de rasguños (la más llamativa es la segunda columna que desarrollo Sol), moretones, battens perdidos, vangs rotos, cajas de orza prolongadas forzosamente, entre otros, dio cuenta de la dureza de las condiciones. Peor fue cuando alcanzó mis oídos que la regata fue anulada porque al Oficial de Día se le volaron los resultados y no se quiso copar con una tiradita a buscarlos.
El premio remo es para Pelotita que acusó corte en la cabeza producto de una violenta tumbada (o algún elemento contundente que portaba su timonel).
El mejor revival es el de Juan "el Uru" Correa, quien alcanzó el segundo puesto en la primera y fallida regata. Ojos expertos han notado que ultimamente está desarrollando un enorme parecido a su gran ídolo austriaco NDK.
¡Los dejo que me voy a seguir untando crema contra moretones!
XOXO
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